Segundo orden: La jerarquía

Acerca de los Órdenes del Amor (propuestos por Bert Hellinger)



Los que llegaron primero a un sistema, los grandes, deben ser reconocidos como tales y los pequeños, que llegaron después, no pueden ocupar el lugar del que llegó antes. Por el contrario, en el caso de los sistemas actuales, o de los nuevos integrantes de un sistema, estos tienen prioridad en cuanto a atención y cuidados. (Colodrón, M., 2009)
En consecuencia, este orden No se respeta si, por ejemplo, un hijo/a pretende tomar el lugar de su padre/madre o un abuelo, o en el caso de un hombre/mujer adulto/a, que prioriza su sistema de origen (padres/hermanos) por sobre su sistema actual (pareja/hijos). También un ejemplo de desorden en esta línea se da en el caso de unos padres que no dan prioridad de cuidados a su bebé.
Para tener en cuenta. Si existe orden, entonces el amor puede fluir.

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